Beneficios físicos y emocionales del Nordic Walking.
-Físicos.

Disminuimos entre un 8 y un 12% la carga sobre las piernas, así como la parte inferior de la columna vertebral. Del mismo modo favorece el fortalecimiento del tren superior al utilizar un mayor número de grupos musculares frente a la marcha convencional. Se utiliza un 90% del total de los grupos musculares.
Refuerza el sistema inmunológico.
Aumenta el suministro de oxígeno a todo el cuerpo.
Consumimos más calorías (450 cl/h).
Se disminuye la presión sobre las articulaciones tobillos, rodillas y caderas (muy beneficioso para personas que presentan dolencias y problemas de salud relacionado con dichas articulaciones).
Previene la hipertensión, diabetes (el ejercicio aeróbico nos ayuda a disminuir la glucosa plasmática por el aumento del consumo del músculo en movimiento, mejorando la sensibilidad a la insulina) y la osteoporosis (al ser un entrenamiento de de bajo impacto mejoran el balance y la fuerza muscular).
Relaja la tensión en la nuca y cervicales.
Descarga y evita los dolores en la zona lumbar, reforzando la espalda, abdominales y miembros inferiores.
Disminuye el colesterol “malo” ( LDL ) y aumenta los niveles del “bueno” ( HDL ).
Aporta estabilidad y equilibrio.
Optimiza el trabajo del corazón, al mover un mayor número de músculos, el sistema cardiovascular se ve obligado a hacer llegar más sangre a esos músculos que antes caminando normalmente no ejercitábamos, y que con el Nordic Walking comenzamos a activar.

-Emocionales.

Disminuimos el estrés.
Al practicarse en grupo favorece las relaciones sociales.
Tener una mayor cantidad y calidad de relaciones sociales fomenta los hábitos saludables.
Aumentamos nuestra autoestima.